En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, los municipios de Santiago y San Nicolás firmaron un convenio que busca proteger la fauna silvestre del estado. A través de este acuerdo, ambas localidades trabajarán de forma conjunta para rescatar, rehabilitar y liberar especies nativas que se encuentren en situación de vulnerabilidad.
El evento fue algo más que una firma de papeles. En la Presa de La Boca se liberaron más de 30 patos como parte del programa “Patos sin Fronteras”, lo que marcó el arranque de esta colaboración ambiental entre ambas administraciones. Entre los animales liberados había ejemplares de especies como el pato pekinés, la gallareta americana y el muscovy, que ahora podrán vivir en un entorno más seguro y controlado.
Además de los patos, también fueron rescatadas y trasladadas a la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) de San Nicolás cuatro crías de búho que estaban en riesgo. Estos búhos fueron encontrados en El Barro, luego de que una palma con peligro de caer fuera retirada por precaución. Todo esto refuerza la intención del convenio: no dejar fuera a ningún animal que necesite ayuda.
El Convenio Busca Proteger Especies Locales
El acuerdo fue firmado por los alcaldes David de la Peña Marroquín, de Santiago, y Daniel Carrillo Martínez, de San Nicolás. En sus discursos, ambos ediles coincidieron en destacar el compromiso conjunto que sus municipios tienen con el medio ambiente y el bienestar de los animales.
De la Peña enfatizó que la liberación de los patos es solo una muestra de lo que viene. “Aquí estarán bien cuidados y en el mejor lugar de Nuevo León”, dijo con entusiasmo, refiriéndose a la Presa de La Boca. Para él, este tipo de acciones tienen un valor más allá del simbolismo: representan una forma concreta de cuidar los recursos naturales de la región.
Por su parte, Carrillo reconoció la importancia de trabajar con especialistas. Según explicó, el convenio no solo permitirá coordinarse entre municipios, sino también con expertos en fauna silvestre. De esta manera, podrán asegurar que cada especie reciba la atención adecuada, desde aves y tlacuaches hasta búhos y otras criaturas endémicas del estado.
La Unidad de Manejo Ambiental del municipio nicolaíta será el corazón operativo del convenio. Desde ahí se canalizarán los esfuerzos para la recepción y tratamiento de los animales, mientras que Santiago se encargará del proceso de reintegración a su hábitat, una vez estén en condiciones óptimas.

Una Colaboración Con Proyección Ecológica
Más allá del acto simbólico de liberar patos, esta colaboración apunta a tener un impacto de largo plazo. No es la primera vez que San Nicolás realiza este tipo de acciones, pero ahora lo hace con el respaldo de otro municipio que también ha mostrado interés por la biodiversidad.
El programa “Patos sin Fronteras” nace con la intención de ir más allá del rescate. Se trata de crear conciencia, generar comunidad y fomentar la participación ciudadana en actividades de protección ambiental. Y en este contexto, la figura de la presa como sitio de liberación tiene un doble propósito: preservar y educar.
Con la presencia de ambos alcaldes, el evento también tuvo un tono de celebración. Se notó la buena relación entre las dos administraciones y la disposición para seguir trabajando juntas en temas ambientales. Los discursos fueron relajados, cercanos, e incluso con algunos agradecimientos personales.
Al final, lo que parecía una actividad protocolaria terminó siendo un día completo dedicado a la naturaleza, con patos nadando en libertad y búhos que ahora tendrán una segunda oportunidad. Una muestra de que la política municipal también puede sumar cuando se trata de cuidar el entorno.