Ozzy Osbourne no solo cambió la historia del rock, la definió. Su voz, su presencia y su entrega marcaron a generaciones que vieron en él al pionero absoluto del heavy metal. Con su partida, se cierra un ciclo irrepetible en la música contemporánea.
Los Primeros Años Y La Revolución De Sabbath
Nacido como John Michael Osbourne en 1948, en Birmingham, Inglaterra, Ozzy creció en un entorno humilde. Como muchos jóvenes británicos de su generación, encontró en la música una vía de escape. Su destino cambió radicalmente en 1969 al integrarse a una banda que pronto se rebautizaría como Black Sabbath.
Junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, forjó un sonido inédito: pesado, oscuro y desafiante. Las letras hablaban de guerra, locura, sufrimiento y religión con un tono sombrío que contrastaba con la psicodelia dominante de la época de post guerra. El álbum Paranoid (1970) marcó un antes y un después. Canciones como “War Pigs”, “Iron Man” y la que da título al disco siguen siendo himnos del metal.
Con su voz aguda, melancólica y penetrante, Ozzy se convirtió en el rostro de un movimiento que apenas empezaba. La figura del vocalista frágil, extrovertido y excéntrico contrastaba con los riffs duros de Iommi, creando una fórmula única.
Su Carrera Como Solista Y La Consolidación
Tras ser expulsado de Black Sabbath en 1979, por su consumo desmedido de sustancias, muchos creyeron que su carrera estaba acabada. Pero con la publicación de Blizzard of Ozz en 1980, demostró todo lo contrario. Acompañado del guitarrista Randy Rhoads, Ozzy encontró un nuevo estilo: más melódico, más emocional, pero igual de poderoso.
el ‘Príncipe de las Tinieblas’, eligió Monterrey para presentarse por primera vez en México. Fue el 26 de agosto de 1995, cuando el legendario cantante ofreció un inolvidable concierto ante cerca de 10 mil personas en el entonces Auditorio Coca-Cola, ubicado dentro del Parque Fundidora.
Aquel histórico espectáculo formó parte de su gira “Retirement Sucks Tour”, una serie de presentaciones realizadas poco antes del lanzamiento de su séptimo álbum como solista, titulado “Ozzmosis”.
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El éxito de temas como “Crazy Train”, “Mr. Crowley” y “Goodbye to Romance” lo posicionaron como una figura independiente. Lo que parecía el fin fue en realidad un renacer. Durante los ochenta y noventa, lanzó discos fundamentales como Diary of a Madman, No More Tears y Ozzmosis, consolidando su estatus como leyenda.
A lo largo de su carrera, supo renovarse sin perder su esencia. Su conexión con los fans fue total: cada álbum, cada gira, cada entrevista reflejaba a un artista genuino, que vivía para y por la música. Su presencia en los escenarios era sinónimo de entrega, intensidad y mística.

El Último Concierto Y La Despedida
En 2023, a los 76 años, Ozzy Osbourne subió por última vez a un escenario. Fue durante el festival Power Trip, en California. Aunque su movilidad estaba severamente limitada, su sola presencia emocionó a miles. Fue una despedida simbólica, cargada de emoción y respeto.
En ese momento ya enfrentaba complicaciones de salud que lo habían alejado de las giras. Su cuerpo ya no resistía el esfuerzo de las presentaciones, pero su voz aún conservaba parte de esa fuerza que lo había hecho famoso. Aquella noche, más que un concierto, fue un homenaje en vida.
Pocos artistas tienen el privilegio de despedirse con dignidad, frente a una audiencia que los admira y los despide con gratitud. Ozzy lo logró. No con fuegos artificiales ni escándalos, sino con una última aparición donde su figura fue suficiente para llenar el escenario. Todas las ganancias recaudadas en su último concierto fueron para la caridad dividiéndose en partes iguales entre Cure Parkinson’s, Birmingham Children’s Hospital y Acom Children’s Hospice.
Su Enfermedad Y Fortaleza Personal
En 2020, Ozzy Osbourne hizo público su diagnóstico de Parkinson, enfermedad que afecta el sistema nervioso y que progresivamente deteriora el control del cuerpo. Para entonces, ya había sufrido una caída en 2019 que le provocó múltiples cirugías en cuello y columna.
A pesar de ello, no abandonó su espíritu. Declaró en entrevistas que “no podía caminar, pero aún tenía su voz”. Esa frase se convirtió en una declaración de principios. Nunca se rindió. Continuó grabando, componiendo y apareciendo en medios hasta que su salud se lo permitió.
El dolor físico, las cirugías y la pérdida de movilidad no le robaron lo esencial. Hasta el final, Ozzy conservó lo que siempre lo definió: su humanidad, su honestidad brutal y su amor por la música. Fue, en todos los sentidos, un artista completo.
Ozzy Osbourne Y El Metal Para Siempre
Con la partida de Ozzy Osbourne, el heavy metal pierde a su rostro más emblemático. Pero su influencia seguirá viva. Black Sabbath sigue siendo la raíz de un género que aún hoy explora sus límites, y su carrera como solista dejó una discografía imprescindible.
No habrá otro como él. Porque Ozzy no solo cantaba, conectaba. No solo gritaba, contaba historias. Y no solo tocaba con monstruos del metal, los convertía en familia. Su voz será recordada en cada riff de guitarra, en cada noche de concierto, en cada adolescente que descubra la magia del metal por primera vez.
Ozzy Osbourne ya no camina, pero su música seguirá caminando por nosotros
